lunes, 14 de febrero de 2011

Cuento: "Noc, Noc"

*Escrito en Enero del 2007. 
**Publicado originalmente en el blog Letras de una Sopa, bajo el seudónimo Sopero, en Mayo del 2008.

- ¿Quién es?
- Yo
- Ah
- Qué tal
- Mmm…
- ¿Qué?
- ¿A qué vienes?
- ¿No puedo venir?
- No es eso.
- ¿Entonces?
- …
- No te escucho.
- No he hablado.
- Bromeaba.
- A eso me refiero.
- ¿A qué?
- Que no te tomas nada en serio.
- Claro que sí.
- No.
- Sí, bromeaba en serio.
- ¿Ves? Lo hiciste de nuevo.
- ¡¿Qué?!
- Estás jugando conmigo.
- Sólo te digo la verdad.
- No me interesa la verdad.
- No es cierto.
- Sí.
- ¿Por qué estás acá entonces?
- Buscando…
- …la verdad.
- …
- No es tu culpa.
- Sí, todo lo hago mal.
- Sabes que no.
- ¿Y tú qué sabes?
- Soy tu mejor amigo ¿te acuerdas?
- ¿Y?
- Sé más de ti que ti mismo.
- ¿Más qué?
- Sé lo que buscas.
- ¿Y eso sería?
- Nada especial, sólo lo que todos buscan: la felicidad.
- ¿Es tan obvio?
- Para mi eres transparentemente obvio.
- ¿Es tan difícil de encontrar?
- No, ¡mírame!
- Veo un hombre.
- Un hombre feliz.
- Suena bonito.
- Es hermoso.
- Ayúdame a ser como tú.
- Será difícil.
- Correré el riesgo.
- Eso me gusta.
- A mí me asusta.
- No importa.
- ¿No importa vivir asustado?
- No, no importa que lo estés. Se te pasará.
- ¿Qué tengo que hacer?
- Sé tú mismo.
- Pero lo he sido.
- Ambos sabemos que no.
- Pero…
- Te escondes bajo un disfraz que cada vez es más difícil sacar.
- Es verdad.
- ¿Ves?
- Sí, lo extraño es que me incomoda y no he hecho nada por sacármelo.
- Lo he notado.
- Sólo quisiera estar cómodo con lo que soy.
- Y lo estarás.
- Dime cómo.
- Debes salir por esa puerta y, como te dije, ser tú mismo, mostrar tu inteligencia, tu simpatía, tu alegría; abrirte al mundo. El mundo espera.
- ¿Y si fracaso?
- No dije que fuera fácil. Pero te levantarás. Tal como lo haces cada día.
- Quiero creerte.
- Cree. Lo único que necesitas ahora es vivir. Y más vale que sea una buena vida. Estas cuatro paredes no ayudan.
- ¿Me acompañarás?
- Lo estoy haciendo. Vivo dentro tuyo.
- Es verdad.
- ¿Estás listo?
- ¡Uf…! ¡Sí, ahí voy!
- ¡Ey! No cruces esa puerta todavía.
- ¿Pasa algo?
- Debes romper el espejo.
- Pero ya no te vería.
- Debes hacerlo. Debes liberarte. No hay otra manera.
- OK.
- Ahora, quiero que después de romper el espejo, pongas la mejor de tus sonrisas y cruces esa puerta.
- Entendido.
- Sé que te irá bien.
- Gracias.
- Nos vemos. Suerte.
- Nos vemos. Gracias.

¡CRASH!

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